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CRÓNICAS DE CARNAVAL

 

Jueves Santo, San Pedro de Atacama, 2013.

 

Carnaval da sus últimos alientos una vez ya atravesado la longitud del desierto marciano. Entre la ruta hacia el interior, aparece casi como por sorpresa, una ciudad.

 

En medio del desierto brotaron toneladas de

fierros, cemento y letreros de neón, el suelo

engrasado, basura y un amplio abanico

comercial.  Lo que en Chile llaman

“progreso” manifestando el auge de la

fiebre del cobre por la industria minera,

“Bienvenidos al Portal xxx”,“mall plaza xxx”

entre otros, el fenómeno global de la sobre

población, inmigración, nights club y

choperias atendidas por mujeres con

traseros exagerados,camionetas de un mismo

modelo con códigosnuméricos que solo

variaban en los logos delteam minero en

representación, pero engeneral parecían una

gran familia de camionetas, con mínimo 4 hombres en cada una de estas y por fuera empolvadas de tierra. Si, los hombres trabajan afuera y el negocio de las mujeres era al parecer, esperarlos con cerveza u otros en la urbe.

Frente a este paisaje un Cristo gigante mirándolos de arriba con sus palmas abiertas, que me indicaba el camino al pueblo de la Luna.

 

Sobrecargo a Carnaval de provisiones, pues ya me habían dicho que en la Luna sería todo más caro, pues claro, la Luna no tiene tanta abundancia y la importación es cara, más si es interplanetaria.

 

La montaña se vuelve más empinada, y me alivia cada vez más la lejanía del Oasis minero Calameño. El viento comienza a soplar una sal que partía los labios y ardía a los ojos, mientras el Inti se ocultaba anaranjeadamente rojizo en la montaña trasera. Los tonos salmones destacaba el colorido calido de las arcillas de las grietas que tenían los cerros, como exponiendo las capas de la piel que cubre la montaña.

Pese a ser todo rico en sales y minerales,  los tonos y texturas del paisaje me rememoraron cosas dulce, como las tortas, que por fuera son homogéneas en color y textura, pero al partir un trozo, ves variedades de capas, colores y texturas.

 

Al atravesar un empinado cerro,  el frío desapareció de pronto, y el viento nos cobija con temperatura y suavidad, aparece un gran cordón montañoso que desde afuera se lucía como un estacionamiento de espaldas de reptiles gigantes en fila, que protegían la frontera de Marte con la Luna.

Tras las espaldas, blanco.

 

Carnaval ingresaba a un habitad blanco, espacios lisos y otros rugosos como merengue molido, he ahí el oasis, con un pequeño hilo de agua chocolateada y árboles de tonadas amarillas y ramas puntiagudas. Y aparecí en un pueblo de chocolate, lleno de hormigas, con miles de hormigas, de todos los colores y tamaños, caminado por todas las cuadras.  Con una avenida principal con hormigas cazadoras recolectando a otras ofreciendo diversión.

 

Este sería el mil nombrado, San Pedro de Atacama. Sabía que era un punto estratégico, pues tenía límites con Bolivia y con Argentina. Pero había que hacer dinero para continuar.

 

El shock, la fatiga y el agotamiento de la travesía del desierto, aparecen el mismo día en que llega el invierno. Un pueblo nuevo, ya estamos lejos de un hogar que deja de serlo y habría que hacer dinero en el pueblo más caro de Chile.

Nos pondremos en arriendo un tiempo. Para luego continuar.

 

Oh my good! Its America… you can do it!

 

Pd: San Pedro de Atacama, es un pueblo de origen Atacameño, que hoy ofrece multiplicidad de turismo, bohemia, artesanía boliviana industrial o importada de China que ofrecen las mamitas de Bolivia, ofreciéndola como artesanía local. Aquí convive la población lugareña (Atacameños), Afuerinos (Jóvenes de la capital de Chile o otras provincias, dedicados al turismo) y Bolivianos de todas las edades.

Para conocer la verdad San Pedrina, será necesario permanecer un tiempo allí y explorar lo “ayus” que son comunidades indígenas alejadas del “centro turístico”.

La cocaína es uno de los combustibles más importantes del pueblo que sostienen la economía local, y la energía de los trabajadores contra la resaca, la cocaína cruza  cristalina desde Bolivia, que está detrás de Licancabur (el padre volcán).

Los salares y lagunas saladas, son ricas en Littio, es más Chile es uno de los productores más grandes de littio en el mundo, la píldora de moda, pues para los psiquiatras y psicólogos hoy, todo el mundo padece de un trastorno, que en su mayoría, trastorno de personalidad bipolar.

Coca y litio, ambos el mismo bussines. 

 

Inti Sur.

IV.- “The World Disney CokeMoon”

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